Todo lo que debes saber sobre el Estado de Flujo de Efectivo (EFE)

Ya registré los gastos y los ingresos de mi negocio, eso es todo ¿Cierto? El estado de flujos de efectivo te dará una mejor perspectiva. En este artículo: qué es, cómo se crea y qué nos muestra el EFE.

Estado de Flujo de Efectivo

Gabriel Bravo, Magister en Finanzas y Profesor del Curso Online de Finanzas para Emprendedores.-

Adriana Lugo, Economista-UCV. Coordinadora general en MundoMac Venezuela. Aprendiz de Finanzas e inversión.-

Una de las frases más famosas en el ámbito financiero es “Cash is king” (el efectivo es el rey), cuyo origen se desconoce, pero que popularizó el CEO de Volvo Pehr Gyllenhammar gracias a la quiebra del mercado de acciones o el stock market crash que ocurrió en el año 1987.  

Desde una perspectiva gerencial, uno de los elementos más importantes dentro de una empresa es la gestión del efectivo: la forma en cómo se genera y los niveles de liquidez que necesita mantener para garantizar tanto su operatividad como su sostenibilidad en el tiempo. ¿Suena comprometedor? Lo es, ya que una cosa es generar ganancias o utilidades y otra muy distinta es contar con caja para tomar decisiones.

Esta información se presenta en uno de los estados financieros básicos, conocido como el “estado de flujo de efectivo” (cash flow statement), reporte que resulta ser el más importante porque permite identificar:

  • Los movimientos de efectivo generados durante un periodo determinado y cómo se ha utilizado en el pasado.

  • De dónde provienen las entradas y las salidas de efectivo según su actividad (actividades operacionales, de inversión y de financiamiento). A las entradas se les conoce como fuentes de efectivo y a las salidas se les conoce como usos de efectivo

  • La calidad del efectivo de la empresa. Este es el aspecto más relevante para un inversionista, ya que se espera que la empresa genere efectivo producto de sus operaciones más que depender del financiamiento de terceros.

  • En economías de alta inflación permite evaluar el poder adquisitivo del dinero y servir como herramienta para la gerencia, esto resulta relevante considerando, por ejemplo, el caso de la economía venezolana y el reciente escenario de la economía norteamericana.

 

Ahora bien, recordemos que dentro del juego completo de estados financieros que una empresa debe presentarle a sus grupos de interés se encuentran el Estado de Situación Financiera y el Estado de Resultados, los cuales nos proveen información para elaborar el Estado de Flujo de Efectivo, por lo que este suele ser el más complejo. Para contar su historia requiere del Estado de Resultados del periodo actual y de dos (2) estados de situación financieros comparativos, ya que el objetivo es ver la variación del efectivo de un periodo a otro e interpretarla, es decir, saber qué eventos económicos generaron esos cambios, ¡Hasta tiene su propia norma internacional de contabilidad! La NIC 7 detalla todos los aspectos técnicos sobre cómo hacer correctamente un flujo de efectivo.    

 

Ganancias y efectivo: La diferencia está en sus bases

Seguramente has escuchado que para que una empresa sea exitosa debe ser capaz de obtener buenos resultados (utilidades o ganancias), sencillo, ya que las ganancias aumentan su patrimonio y, por lo tanto, su riqueza. ¿Y si supieras que eso no es suficiente? Una empresa igualmente puede caer en insolvencia y bancarrota si no es capaz de convertir sus ganancias en caja, es decir, hacerlas liquidas para que sean disponibles a través de una buena gestión, es por eso que hay que analizar este reporte desde un enfoque financiero.

La contabilidad registra las transacciones o sucesos económicos de una empresa utilizando dos bases: La de acumulación o devengo y la de efectivo. En palabras sencillas, la base de acumulación implica que las transacciones deben registrarse en el momento en que ocurren, sin tomar en cuenta el momento de su cobro o pago, mientras que la base de efectivo solo toma en cuenta los cobros y pagos efectivamente realizados. En la práctica, la mayoría de las empresas utilizan la base de acumulación para llevar un control de todas las transacciones que ocurren, sobre todo si manejan un alto volumen de operaciones de compras y ventas a crédito, pues son las que postergan los cobros y los pagos. Sin embargo, los negocios pequeños, como suelen manejarse de contado, les resulta más práctico llevar sus operaciones con la base de efectivo (el estado de flujo de efectivo es el único que se realiza con la base de efectivo).

A manera de ejemplo, supongamos que una empresa puede registrar en su contabilidad una venta a crédito por $10.000. Aunque la misma no haya sido cobrada, la contabilidad refleja un ingreso de $10.000, pero su efectivo sigue siendo de $0. Lo mismo ocurre con los gastos; una compra a crédito de mercancía no representa una salida inmediata de efectivo, pero, como puedes observar, ambas deben registrarse de igual manera. Esto es lo que diferencia a las ganancias del efectivo, ya que las ganancias incluyen ingresos y gastos que no han sido cobrados y/o pagados, así como partidas que no representan efectivo (como las estimaciones y el gasto de depreciación de los activos fijos tangibles) mientras que el efectivo solamente incluye lo que realmente ha ocurrido.

Entender esta sutileza resulta clave para comprender qué nos quiere decir este estado financiero. Hay una frase que dice que “las utilidades contables representan una opinión mientras que los flujos de efectivo representan un hecho”.

 

Tipos de flujos de efectivo y su clasificación por actividad

Aquí hay que cambiar la perspectiva y dejar de ver las cuentas o partidas contables como saldos para empezar a percibirlas como movimientos de efectivo, por lo que cuando se habla de variaciones se busca identificar las entradas y salidas de dinero entre el año actual y el año anterior, ¿Cómo es posible? Determinando las diferencias de las cuentas de activo, pasivo y patrimonio que conforman los estados de situación financiera comparativos y entendiendo que:

  • Si un activo disminuye o un pasivo/patrimonio aumenta se considera una fuente de efectivo ya que vender mercancía, cobrar una factura pendiente u obtener un préstamo aumenta el efectivo.

  • Si un activo aumenta o un pasivo/patrimonio disminuye se considera un uso de efectivo ya que comprar mercancía, postergar un cobro, pagarle intereses al banco o pagarles dividendos a los accionistas disminuye el efectivo.

Toda fuente de efectivo suma y todo uso de efectivo resta en el flujo de efectivo.

Posteriormente, como todo estado financiero, el estado de flujo de efectivo también presenta una clasificación. Cada flujo de efectivo es clasificado en función a las siguientes tres (3) categorías:

  • Actividades operacionales u operativas.

  • Actividades de inversión.

  • Actividades de financiamiento.

Los flujos de efectivo por actividades operacionales abarcan los cobros y pagos derivados de las operaciones ordinarias de la empresa, entre las cuales podemos considerar: compra y venta de inventario, pagos de nómina, impuestos, cuentas por pagar, cuentas por cobrar e ingresos y gastos por anticipado (los activos y pasivos corrientes o a corto plazo).

Los flujos de efectivo por actividades de inversión hacen referencia a las inversiones a largo plazo o a cambios en los activos no corrientes (propiedad planta y equipo, así como los activos intangibles) y a las inversiones en activos financieros (acciones de otras compañías, bonos, etc.).

Por último, los flujos de efectivo por actividades de financiamiento incluyen aportes y retiros de capital, emisión de deuda (préstamos y/o bonos), emisión de acciones, pago de cuotas asociadas a un arrendamiento financiero y el pago de dividendos.

 

Metodologías de elaboración del Estado de Flujo de Efectivo

Ahora que ya conocemos la clasificación de cada uno de los flujos de efectivo, explicaremos de manera muy general los dos métodos para la presentación de este estado financiero según la NIC 7: el método indirecto y el método directo.

 

Método indirecto

Es el método más utilizado por las empresas (por eso lo explicamos de primero) ya que consiste en ajustar a partir del resultado neto del ejercicio (ganancia o pérdida) todas aquellos ingresos y gastos que no son monetarios o no representan efectivo, es decir, los ingresos se restan y los gastos se suman porque ya están incluidos dentro del resultado neto y es por ello que también tenemos que recurrir al Estado de Resultados.

Un ejemplo de este tipo de partidas es, como se mencionó anteriormente, el gasto de depreciación, ya que no solo reduce el resultado neto de la empresa, sino que, adicionalmente, no representa una salida real de efectivo porque no se paga por utilizar un activo fijo sino solo por su adquisición (a menos de que se trate de un gasto de mantenimiento o de reparación que, ojo, son dos eventos económicos distintos).

Una vez que se hayan ajustado todas las partidas no monetarias, se totalizan los activos y pasivos corrientes (excluyendo el efectivo, los equivalentes de efectivo y las inversiones temporales, ya que esto es lo que queremos determinar con el estado financiero) para calcular el flujo de efectivo por actividades operacionales.

Es importante resaltar que la diferencia entre ambos métodos solo afecta la estructura del flujo de efectivo por actividades operacionales, lo que quiere decir que el flujo de efectivo por actividades de inversión y de financiamiento se realiza igual en ambos métodos.

 

Método Directo

A pesar de no ser el más utilizado resulta ser un método bastante intuitivo ya que consiste en convertir el Estado de Resultados y pasar de la base de acumulación a la base de efectivo, es decir, se le ajustan a los ingresos, costos y gastos que no han sido realizados. A través de esta revisión es posible para un gerente financiero o un tercero observar de manera más clara cómo se generaron y utilizaron los fondos dentro de la operación de la empresa. De manera simplificada, a los ingresos netos se les ajustan las variaciones de las cuentas por cobrar, a los costos de producción se le ajustan las variaciones del inventario y las cuentas por pagar y a los gastos operacionales todo lo que se encuentre pendiente por pagar.

¿Y cómo sé que hice todo correctamente?

Independiente del método que se escoja, el flujo de efectivo del periodo se calcula de la siguiente manera:

Siendo el flujo de efectivo neto del periodo la sumatoria de los flujos de efectivos por actividades operacionales, de inversión y de financiamiento. Si esta fórmula se cumple, o, dicho de otra manera, si este resultado coincide con el saldo del efectivo que se encuentra en el Estado de Situación Financiera del año actual, ¡Felicidades! Lograste hacer el estado financiero exitosamente.

Cualquier duda o inquietud acerca de la elaboración y estructura del estado de flujo de efectivo, puedes consultar los videos de gerencia financiera del Aula Virtual del Prof. Gabriel Bravo en YouTube.

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